por Pilar VALERO
Viñales (Cuba), 12 de mayo de 2019 - LatinReporters.com - Además de su fascinante capital y hermosas playas, vale la pena internarse en la Cuba profunda para descubrir en el Valle de Viñales una naturaleza exuberante, mogotes, el Mural de la Prehistoria, indígenas y, en la misma región, la Ruta del Tabaco.
Declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1999, este valle se considera uno de los escenarios naturales más espectaculares de la isla caribeña. Los cubanos y muchos visitantes asocian esta joya con una posible imagen del paraíso.
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Vista panorámica del Valle de Viñales con sus montañas redondeadas llamadas mogotes. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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En la parte más occidental de Cuba, a 178 kilómetros de La Habana, se encuentra este valle de lujuriante vegetación circundado por fantásticas montañas redondeadas llamadas mogotes cuya original forma se debe a las intensas lluvias del Caribe que las erosionaron a lo largo de los siglos.
Altísimas palmeras, árboles y plantas de todos los tonos de verde conviven junto a una veintena de especies botánicas endémicas en este lugar único, que es aconsejable disfrutar con una vista panorámica desde el Mirador de los Jazmines.
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Plaza principal de la pequeña ciudad de Viñales. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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Una de las mayores atracciones es el “Mural de la Prehistoria”, una pintura realizada sobre la roca de un mogote de 120 metros de largo y 160 de ancho, donde el muralista cubano Leovigildo González Morillo representó la historia evolutiva de animales y aborígenes que habitaron la zona hace siglos.
También es divertido visitar “la Cueva del Indio”, refugio de antiguos habitantes indígenas taínos con rocas de extrañas formas y un río subterráneo en su interior. Es un bonito paseo que se realiza en barca.
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Indígena taíno en la entrada de la Cueva del Indio. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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Es muy pintoresca además la pequeña ciudad de Viñales, con vistosas casas de colores, muchas convertidas en restaurantes y albergues especialmente orientados a los amantes del turismo ecológico.
Ruta del Tabaco
La región de Pinar del Río, donde está el Valle de Viñales, es considerada la mejor tierra de tabaco y allí se concentra la mayor zona de producción de Cuba, con grandes plantaciones donde se procesa al modo tradicional transmitido a través de generaciones de campesinos.
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Secado de hojas de tabaco. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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En la turística “Ruta del Tabaco” se hacen demostraciones que incluyen el circuito “De la semilla hasta el humo”, donde explican el proceso de cultivo, recolección, secado y fabricación final de los famosos puros habanos, considerados los mejores del mundo por las características del suelo y las frecuentes lluvias.
Sea o no fumador, vale la pena ver el arte de los llamados “torcedores” que son los que elaboran artesanalmente los puros utilizando una tabla de madera, una cuchilla y goma vegetal para enrollar la aromática hoja seca.
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En la Ruta del Tabaco, torcedor de puros. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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En las fábricas donde se envasan los puros para la venta y la exportación fue donde nació la tradición en el siglo XIX de los lectores de tabaquería, reconocida en 2012 como patrimonio cultural.
Esos lectores siguen entreteniendo a los trabajadores mientras realizan su oficio con la lectura de noticias, historias o novelas como “El conde de Montecristo”, cuya popularidad entre los cubanos dio precisamente el nombre a la popular marca de habanos “Montecristo”.
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Vista más amplia del “Mural de la Prehistoria” del Valle de Viñales. (Cuba - Foto Pilar Valero) |
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